Bakos Bodega

La colina vinícola de Rezi, situada a apenas diez minutos de Keszthely, no es solo una cadena montañosa en la frontera entre la región del Balaton y el condado de Zala, sino un pequeño mundo aparte que los locales llaman: la Tierra del Riesling. Este nombre no es casual. El riesling italiano ha sido una variedad predominante en la zona durante décadas, pero aquí adquiere un carácter único en comparación con otras regiones vinícolas del país.
La región cuenta con un microclima excepcional: las laderas orientadas al sur son ideales para el cultivo de la vid, y la proximidad a los Alpes hace que la zona sea más lluviosa que la media. La influencia del cercano lago Balaton y las colinas de Zala proporciona un equilibrio en la humedad, noches más frescas y un periodo de maduración más largo, todo lo cual contribuye a la estructura ácida refinada y la riqueza aromática de los vinos.
La singularidad de la colina vinícola de Rezi también radica en que aquí no se producen vinos en cantidades industriales, sino en pequeñas partidas, en bodegas artesanales. Los viticultores cuidan personalmente las viñas, catan, fermentan, embotellan y cada uno tiene sus propias prácticas específicas de cultivo y elaboración de vinos. Además de las variedades clásicas –riesling italiano, pinot gris, blaufränkisch–, cada vez más personas plantan variedades especiales o antiguas húngaras como nektár, zengő o rozália.

Si buscas una historia para acompañar tu copa de vino, Bakos Bodega es el lugar perfecto. Rezső Bakos, pianista que recorrió el mundo, regresó a Rezi para establecerse y combinar su pasión –el vino– con la música, la hospitalidad y platos preparados por él mismo.

Rezső, quien elaboró su primer vino a los 9 años con el apoyo de su abuelo, entiende la viticultura no solo como un oficio, sino como una experiencia gastronómica integral. Participa personalmente en las catas, toca música, cuenta historias, cocina y ofrece a los invitados sus propios vinos.

Los vinos tienen su origen en viñedos propios y heredados en diferentes laderas de Rezi, con suelos de características variadas pero cultivados con el mismo esmero. Los viñedos se cuidan bajo una filosofía ecológica: no se utilizan herbicidas ni pesticidas sistémicos, y todo el trabajo en verde se realiza a mano. Los vinos –riesling italiano, irsai olivér, cabernet sauvignon, blaufränkisch– se maduran parcialmente en barricas de roble y parcialmente en tanques de acero, elaborados con métodos tradicionales apoyados por tecnología moderna.

En 2025, la bodega volvió a ganar el título de Vino de la Tierra del Riesling con su Rezi Riesling Barnabás de la añada 2024.