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Avellana de Cserszeg

Avellanas turcas cultivadas localmente, seleccionadas a mano, tostadas, y aceite de avellana dorado prensado en frío, fruto del trabajo de un joven agricultor emprendedor.

Más información

Avellana de Cserszeg – “Sabor a Nutella” de forma natural Dos hectáreas de plantación, unos 730 avellanos, un viejo tractor resistente – muchas veces reparado a mano –, atención diaria y la perseverancia obstinada de un joven agricultor. Detrás de la Avellana de Cserszeg está Gergő Mózer, quien, tras un camino lleno de aventuras, eligió la agricultura para producir delicias tostadas y aceite saludable a partir de avellanas.


De la carpintería a la plantación de avellanas

A sus 29 años, Gergő ya tiene más historias de vida que la mayoría de las personas de su edad. Originalmente se formó como carpintero, logrando excelentes resultados en competencias internacionales, y trabajó varios años en el extranjero. Al regresar a casa, quería abrir su propio taller, pero finalmente se inclinó por la agricultura y compró una plantación de avellanas en Cserszegtomaj. Desde entonces, como joven agricultor, con el apoyo de su familia, ha construido su negocio centrado en la agricultura sostenible y el procesamiento artesanal.
En la plantación crecen tres variedades de avellanas turcas: la romana, que tras el tostado es dorada, crujiente y de sabor puro; la barcelona, de mayor tamaño y sabor más intenso, que a menudo se procesa como aceite; y la cosworth, que principalmente sirve como polinizador, pero también se comercializa con cáscara.

Trabajo para la familia durante todo el año

La plantación de avellanas proporciona trabajo durante todo el año. En invierno, se realiza la poda y el compostaje de los restos; en primavera, el cuidado delicado de las plantas y el cultivo del suelo sin herbicidas; en verano, se prepara el terreno para la cosecha; y en otoño, se lleva a cabo la recolección.
El procesamiento de la cosecha es un proceso largo: clasificación, rompimiento, tostado, pelado, selección y empaquetado, en el que participan casi todos los miembros de la familia. Por ejemplo, la abuela de Gergő es de gran ayuda en el rompimiento y selección de las avellanas, mientras que su madre, además de estas tareas, también colabora en las ventas.

Agricultura con conciencia ambiental

Gergő trabaja con una filosofía agrícola donde la sostenibilidad y el respeto por la naturaleza son primordiales. Mantiene las filas libres de maleza utilizando herramientas mecánicas en lugar de herbicidas, protegiendo así la biodiversidad del suelo. En cuanto al cuidado de las plantas, cree en la prevención: prefiere recorrer diariamente la plantación, observar el estado de los arbustos y actuar a tiempo, en lugar de usar productos químicos agresivos. Garantiza el aporte de materia orgánica mediante compost y estiércol local, devolviendo los restos triturados al suelo. Utiliza herramientas modernas que facilitan el trabajo, pero insiste en que todos los procesos sean transparentes y a escala humana.

Descripción de productos

Aceite de avellana de Cserszeg
El aceite prensado en frío de avellanas turcas es una verdadera especialidad: se produce en pequeñas cantidades, exclusivamente a partir de avellanas seleccionadas y tostadas. El aceite es de color dorado, con un aroma intenso y un sabor característico: unas pocas gotas son suficientes para transformar un plato sencillo en algo especial.
Su uso es versátil: como aderezo para ensaladas aporta un suave sabor a nuez, es un complemento elegante para sopas cremosas y un ingrediente secreto en postres. Rico en ácidos grasos insaturados, vitaminas naturales y minerales, no solo es delicioso, sino también un alimento valioso.
El aceite de avellana está disponible en presentaciones de 100 ml y 50 ml.


Avellanas turcas tostadas
Las avellanas cultivadas en Cserszegtomaj, seleccionadas a mano, se convierten en irresistibles tras un cuidadoso proceso de tostado. Durante este proceso, las variedades romana y barcelona adquieren un tono dorado y una textura crujiente. Al morderlas, se percibe un sabor que recuerda al “Nutella”.
Las avellanas tostadas están disponibles en versiones naturales y ligeramente saladas. En esta última, una pizca de sal realza aún más el aroma natural y el sabor característico de las avellanas.
El producto es completamente libre de aditivos y se produce en pequeñas cantidades para garantizar que siempre sea fresco y crujiente.

Puedes encontrar los productos de avellana en el puesto de Delicias de Cserszegtomaj:
●    Mercado de Productores de Hévíz
●    Mercado de Liliomkert

El legado del antiguo Lago Panónico

Imagina que en el lugar del Lago Balatón existió una vez un enorme lago, con más de mil metros de profundidad y una superficie 400 veces mayor. La historia del Lago Panónico no solo es un fascinante pasado geológico, sino también un legado que sigue moldeando la región: nuestros recursos minerales, suelos fértiles e incluso algunas leyendas provienen de allí. Descubre cómo un antiguo lago transformó Transdanubia, dejando una huella imborrable.

Un mar interior que onduló durante millones de años

El gigantesco Lago Panónico – que en su mayor extensión superó 400 veces el tamaño del Balatón – existió en nuestra región durante millones de años (aproximadamente entre hace 12 y 8,5 millones de años).

Debido al levantamiento de las montañas circundantes, el agua quedó aislada de los océanos, endulzándose gradualmente y llenándose lentamente de sedimentos.

Gracias a su aislamiento, su fauna era única, con numerosas especies endémicas.

El nacimiento del Lago Panónico: un proceso gradual

El Lago Panónico no surgió de la nada ni apareció de repente en la Cuenca de los Cárpatos: se formó a lo largo de millones de años, aislándose de cuerpos de agua más grandes debido al lento movimiento tectónico y a cambios en las precipitaciones.

Podemos considerar su “fecha de nacimiento” el momento en que apareció como un cuerpo de agua independiente, casi completamente aislado de los océanos.

Aguas profundas y costas variadas

En algunas áreas, su profundidad superaba los mil metros, mientras que en otras había zonas más someras: lagunas, deltas fluviales y pequeños lagos aislados crearon un ecosistema acuático diverso.

Durante los periodos de mayor nivel de agua, se formaron costas rocosas en los bordes montañosos, cuyos rastros aún se pueden encontrar en lugares como las montañas de Keszthely y Mecsek.

La era del relleno – el “retiro” del Lago Panónico

A pesar de su gran tamaño y profundidad, los ríos que fluían desde los Alpes y los Cárpatos transportaron enormes cantidades de sedimentos, llenándolo en aproximadamente 6,5 millones de años, llevándolo “fuera del escenario”.

¿Qué dejó atrás?

De estos sedimentos surgieron las formaciones panónicas que conocemos hoy, compuestas principalmente de arena, arcilla y limo, que contienen importantes recursos minerales (como petróleo) y capas acuíferas, y son fundamentales para gran parte del paisaje de Transdanubia, incluida la región de las colinas de Zala.

En estas formaciones panónicas se pueden encontrar incluso fósiles conocidos en las leyendas como las “pezuñas de cabra de Tihany”, que en realidad son restos de conchas de un molusco (Congeria ungalacaprae).

Los últimos lagos y la despedida

Curiosamente, debido a la dirección de los ríos que llenaron el lago (fluían desde el noroeste, norte y noreste), el Lago Panónico se llenó hacia el sur-sureste: como si, en una película acelerada, se retirara del territorio de la actual Hungría.

Por esta razón, pequeños lagos continuaron existiendo durante mucho tiempo en áreas como Eslavonia en Croacia y el norte de Serbia, pero debido a su tamaño, características y fauna completamente diferentes, no pueden considerarse sucesores del antiguo Lago Panónico.

 


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