Taller Dulce como la Miel

Mónika Baráth Adorján y su hija Bori Adorján dirigieron durante mucho tiempo un restaurante familiar, donde Bori comenzó a dedicar cada vez más tiempo a la preparación de postres. Los comentarios de los clientes y el placer de hornear animaron a Bori a estudiar pastelería, para poder trabajar de manera artesanal pero con una base profesional sólida. 
Sin embargo, Mónika no se acercó a la repostería casera en el restaurante, sino en casa, donde deleitaba a la familia casi todos los días con dulces "masas", como se suele llamar a los pasteles en Zala. Su primer gran pedido de pasteles lo recibió de un hotel en Hévíz, donde el encargo consistía en preparar regalos navideños comestibles. Aunque lo más evidente habría sido hornear galletas de jengibre, Mónika y su familia optaron por una idea completamente diferente. Recuperaron antiguas recetas familiares y así redescubrieron un pastel olvidado: el pan de miel.
Durante la pandemia, cuando la hostelería se detuvo, el éxito del pan de miel casero marcó un nuevo rumbo: la familia cerró el restaurante y fundó el Taller Dulce como la Miel. El objetivo no era operar una pastelería clásica, sino un taller donde pudieran crear a su propio ritmo, según su propio gusto y sin compromisos.

En el taller, hoy cada uno tiene su actividad favorita: Bori es experta en tartas modernas, tartaletas, macarons y pedidos personalizados, mientras que su madre, Mónika, se dedica a los pasteles tradicionales como el pastel de seis capas, el pastel de miel con crema, el flódni o el zserbó.
Algunas de las recetas son un legado familiar: provienen de los cuadernos de recetas de la bisabuela, la tía, la abuela o incluso de Ábrahám Gézáné, y luego las adaptaron a su propio gusto. 
Cada pastel tiene un toque personal, algo que lo hace diferente, acogedor y, sobre todo, Dulce como la Miel.

El pan de miel del Taller Dulce como la Miel te invita a un viaje en el tiempo: revive la cocina de la abuela en el campo y el aroma especiado de la Navidad que evoca la calidez del hogar. Este pastel, cubierto con un glaseado blanco, no solo llama la atención por su apariencia, sino también por su sabor y textura. Al morderlo, la masa suave prácticamente se derrite en tu boca.
El principal secreto del pan de miel del Taller Dulce como la Miel es su mezcla de especias, elaborada según una receta propia que incluye ocho especias aromáticas. 
Otro ingrediente clave es la miel, que obtienen de un apicultor local en Gyenesdiás.
A las chicas les encanta experimentar con el pan de miel, por lo que ocasionalmente puedes probar nuevos sabores. La innovación más reciente es una versión hecha con harina integral de espelta y trigo.
El éxito del verano en cuanto a pan de miel es la versión con lavanda, para la cual cultivan y recolectan la lavanda en el jardín del taller, y luego la secan y muelen antes de incorporarla a la masa de miel.

El taller no es una pastelería clásica. Los dulces se preparan por encargo y también están disponibles en el Mercado de Productores de Hévíz. La experiencia de compra personal es una parte importante del concepto, ya sea probando en el mercado o visitando el taller con cita previa.

Pan de miel
El producto estrella del Taller Dulce como la Miel es el pan de miel, que puedes probar en varios sabores. La masa es compacta pero suave; al morderla, prácticamente se derrite en la boca. No necesitas esperar días para que se ablande: este pan de miel es suave desde el primer momento. La textura perfecta proviene de una receta antigua que incluye harina, azúcar, margarina, huevos, crema agria y bicarbonato de sodio, además de la mezcla secreta de especias. Esta última es una creación propia que contiene ocho especias diferentes.
Los panes de miel se moldean a mano uno por uno, se colocan individualmente en la bandeja de horneado y, después de hornearse, se bañan en glaseado en grandes tazones antes de colocarlos cuidadosamente a secar, todo hecho a mano con atención al detalle.
Entre los sabores disponibles encontrarás opciones tradicionales y especiales: clásico, ciruela seca con ron, arándanos rojos, naranja confitada, jengibre (sin glaseado), cacao con chispas de chocolate y, de manera estacional, lavanda.
La lavanda utilizada para el pan de miel florece cada junio en el jardín del taller.

Puedes adquirir los productos en:
●    Mercado de Productores de Hévíz