La cascada termal de Toplița

La cascada de Toplița (en rumano Cascada Mezotermală din Toplița) es una cascada termal única con formaciones de travertino, que constituye una de las atracciones naturales más bellas de la ciudad de Toplița. Lo especial de la cascada es que está formada por agua mineral caliente de 26–27 °C, que brota de manera natural del suelo y cae desde una terraza de piedra caliza desde una altura de unos 10 metros.

Gracias a la temperatura del agua y su contenido mineral, es visitada durante todo el año, incluso en invierno, cuando el agua caliente cae al aire frío generando vapor. El travertino de la cascada se forma continuamente, por lo que el paisaje cambia sutilmente cada año, siendo una obra de arte viva de la naturaleza.

El entorno de la cascada está ajardinado, con bancos y senderos, lo que lo convierte en un lugar ideal para un paseo corto, tomar fotografías o disfrutar de un momento de tranquilidad. Es de fácil acceso desde el centro de la ciudad y forma parte de la oferta ecoturística local. La cascada está protegida como área natural y es un ejemplo de turismo sostenible: un tesoro natural preservado pero accesible, presentado de manera educativa.

La cascada de Toplița no solo es una rareza natural, sino también un símbolo de la identidad de la ciudad, donde el pasado volcánico, el agua curativa y la moderación humana se encuentran en armonía.