Kreiner Margit

Se podría decir que Margit creció rodeada de agricultura y ganadería doméstica. Durante años adquirió experiencia en las tareas relacionadas con la cría de animales. Anteriormente vivió con su familia en Káptalantóti, donde en su granja criaban cientos de aves de corral y ovejas, preparaban infusiones medicinales y cultivaban lavanda y rosas. 
Tras mudarse a Raposka, disponía de un terreno más pequeño, pero su amor por los animales no cambió. La idea de criar codornices se la dio un conocido con experiencia, y como todo lo anterior, lo aprendió a través de mucha lectura y, por supuesto, práctica. 
Hoy en día, junto con su hija, crían cientos de codornices que requieren cuidados diarios. Las aves necesitan una cantidad adecuada de agua y alimento de calidad. Desde el principio, Margit evita alimentar a sus aves con piensos comerciales, optando por un alimento natural compuesto exclusivamente de ingredientes como maíz, trigo, cebada, guisantes y soja, que obtiene de una granja cercana. Esto garantiza que las codornices estén sanas y que el sabor de los huevos sea pleno y característico.
Según Margit: “Quien haya probado huevos de aves alimentadas con pienso comercial y luego pruebe huevos de una granja casera, donde las aves reciben alimento natural, notará la diferencia de inmediato.” 
La diferencia no solo se percibe en el sabor, sino también en el aspecto del huevo. La yema tiene un color mucho más intenso y, tras cocinarla, conserva su hermoso tono amarillo brillante.

Después de cocer los huevos de codorniz, Margit los sumerge durante varias horas en agua salada y luego los ahúma con madera de haya. Los huevos, blancos y firmes, se conservan después en aceite de oliva junto con ajo, chile, ajo silvestre u otras especias de temporada. Cada sabor es el resultado de sus propios experimentos: nada llega al mercado si Margit no lo considera 100% perfecto.
Los sabores más populares son: natural, con ajo y con chile.
Consejo: El líquido de la marinada, es decir, el aceite de oliva especiado, también es valioso, ya que, una vez que se terminan los huevos, puedes usarlo para cocinar.
Los clientes también suelen sugerir ideas para nuevos sabores, y Margit, en la mayoría de los casos, las toma en cuenta y trata de cumplir con sus deseos.
Aunque el producto principal son los huevos de codorniz cocidos y ahumados, Margit también elabora pesto de ajo silvestre, crema de pimiento dulce y picante con verduras de su propio cultivo, y mermeladas y jarabes con sus frutas.

Pesto de ajo silvestre
Su pesto de ajo silvestre se elabora con ajo silvestre fresco recolectado en su mejor temporada. Tras limpiar y triturar las hojas, Margit las procesa con aceite de oliva, sal, nueces o chile. En el pesto solo utiliza las hojas de la planta medicinal, preservando así su aroma fresco y ligeramente a ajo. Margit recolecta el ajo silvestre en lugares cercanos y conocidos, a menudo con la ayuda de su familia. Las variantes con nueces o chile aportan un carácter especial a esta delicia primaveral. El pesto es ideal para pastas, tostadas, acompañar carnes o como aderezo para ensaladas. No contiene conservantes.


Huevos de codorniz ahumados y especiados en aceite de oliva

Los huevos de codorniz ahumados y conservados en aceite de oliva son uno de los productos más especiales del taller artesanal de Margit. Las codornices son criadas con alimento natural, lo que contribuye al alto contenido de vitaminas y minerales de los huevos. La preparación de estas pequeñas delicias es un proceso meticuloso: antes de cocerlos, los huevos se sumergen en agua con vinagre para eliminar las manchas naturales de pigmento, luego se cuecen en agua salada, se enfrían, se pelan a mano y se ahúman durante tres horas con madera de haya. Los huevos así preparados se conservan en aceite de oliva, natural o con especias como ajo o chile. El aceite no solo actúa como conservante, sino que también captura los aromas del ahumado y las especias, que luego puedes usar en la cocina. El producto está elaborado exclusivamente con ingredientes naturales, sin aditivos ni conservantes, y tiene una duración de hasta seis meses. Perfecto como aperitivo, tentempié para invitados o como complemento para ensaladas: una auténtica delicia casera de Raposka.



Puedes adquirir los productos en:
●    Mercado de Productores de Hévíz
●    Mercado Liliomkert, Káptalantóti